18 de Octubre de 2006-10-18
Di una vuelta en la ruta y luego ingresé a uno estacionamientos especialmente preparados. Había servidores en cada lugar ocupándose de cada detalle. Claro, era el gran día, el cumpleaños de
Estacionamos y por un camino arbolado fuimos hasta el acceso principal. Vimos a Martha Peyrat que en su auto tenía una gran calcomanía “Transporte especial”, la saludamos y nos explicó que su tarea con otros, era la de llevar hasta el Santuario a las personas de edad o enfermas que tenían dificultad de caminar. ¡Qué espíritu de servicio!, pensé
Ómnibus con delegaciones del interior del país, bajaban peregrinos sin cesar: Ciudad de Concepción, Pedro Juan Caballero, etc. leímos en los transportes.
Hacia la derecha un grupo de policías montados, hacia la izquierda una motobomba de bomberos, bajo una sombra una banda de música de la aeronáutica. Nadie podía faltar. En toda fiesta patronal, tienen que estar todos. Unos servidores, con radios enviaban mensajes a otros servidores, pidiendo tal o cual cosa. La gente ingresaba como en un partido de fútbol al estadio, en grandes grupos. Grupos de estudiantes de enfermería, tomaban la presión.
Al pasar por la santería, la misma parecía un enjambre de abejas, lleno de personas tratando de conseguir algún objeto de piedad.
Y auque usted no lo crea… llegamos al inicio del caminero que sube hasta el Santuario. A ambos costados había numerosos toldos, uno de cada grupo que se precie:
Al pasar frente a uno de los stands, me colocaron una estampita adhesiva del Padre Kentenich
Subiendo hacia el Santuario, a la derecha, en un toldo bastante grande, se había montado una capilla, la hermana Edna, montaba guardia en la entrada. De repente fue como si las Hermanas de María se hubieran multiplicado, había varias.
Por los parlantes se leían los mensajes de saludos de distintas partes del mundo, con los aplausos de los presentes: Saludos del Padre Alberto Eronti, de
A la izquierda, a los lejos, en
Y al fin, llegamos al Santuario. Arregladísimo. Super… como dirían los jóvenes. Al frente una peregrina gigante, la más grande del mundo…, hasta que los brasileños hagan otra mayor. Pienso que eso será dentro de poco, pues había Hermanas de María que hablaban portugués, y llevarán la noticia…
Frente a la gran Peregrina se agolpaba a la gente, quienes no se contentaban con mirarla o rezarla, todos querían tocarla, es parte de la piedad popular. Bueno…, la vimos a
Entrar al Santuario de Tupãrenda, fue más complicado, pues había cola. Se habían sacado los bancos. La gente rezaba parada, de rodillas… el altar estaba re repleto de flores.
Luego bajamos nuevamente, el calor empezaba a picar. Llegaban delegaciones de distintas ciudades con sus banderas de
Y todo esto antes de las 9:00 de la mañana… se imaginará lo que fue todo el día.
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