DEL MINI AL MAXIJUBILEO - P. Antonio Cosp
Published Friday, October 20, 2006 by hmk | E-mail this post
DEL MINI AL MAXIJUBILEOEl minijubileo del 20 de agosto fue una fecha plena llena del “nada sin ti, María, nada sin nosotros”. La misma fecha jubilar fue desbordante. La liturgia de cada eucaristía tuvo su toque propio. A la bendición con la custodia y los momentos de silencio e intimidad le sucedían los cantos alegres, el baile que acompañaba a la gran imagen peregrina, el animador bilingüe que con sus intervenciones en guaraní llegaba a lo hondo del alma. Hubo muchas sonrisas y, a la vez, muchas lágrimas.Sí, a “lo hondo del alma” llegaban los gestos simbólicos. Las bendiciones para aquellos que sí o sí querían una más personal competían en el largo de la fila con la de aquellos que se querían confesar. Los muchos dolores, quebrantos que se traían al hogar eran sanados por la Madre. Salvar las familiasPara la gran Familia, la organizada y la peregrina, el año fue de júbilo. Pero hubo mucha tristeza en el país: la constitución nacional conculcada por sus más altos dirigentes, la pobreza, la emigración sobre todo de las madres, de aquellas que constituyen el núcleo en torno al cual gira la familia y que la deja desintegrada. Esta tristeza llama al “nada sin nosotros” de todos y cada uno de los paraguayos que peregrinamos a Tupãrenda y escuchamos de labios de Jesús: “discípulo, ahí tienes a tu madre”. Es el gran secreto de Schoenstatt, hacer suya, llevar al hogar y al corazón, a lo hondo del alma, la presencia y acción maternal de María. Y todos nos sentíamos en familia. Este reclamo al país y este compromiso de cambiar todos tuvo un eco inédito en la prensa oral, televisada y escrita del país. “Estas celebraciones demostraron que este movimiento ha ganado mucho espacio en la Iglesia católica” concluía su comentario el periodista del diario principal. Presencia nacional e internacionalBuses de todo el país fueron llegando a lo largo del día y los tres grandes estacionamientos quedaron desbordados. Calculamos una cifra récord de unos 50.000 peregrinos. También nos acompañaron unos 100 peregrinos de Argentina y muchos de Chile, Bolivia y Brasil. Unas 50 cartas nos trajeron cariño y aliento, en particular la del P. H. Walter en nombre de la Presidencia internacional. Nueva etapaLa Familia de Schoenstatt sale especialmente fortalecida de este año jubilar y más conciente que falta mucho para que la patria sea una nación de Dios. El experimentar tan vivamente la presencia de María como madre y educadora en nuestros tres santuarios paraguayos nos asegura que la fuente mana y que los hijos se fortalecen.P. Antonio CospOctubre 2006
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